Para taladrar paredes, techos o suelos de hormigón, es necesario contar con las herramientas apropiadas y darles un uso correcto. No importa si se trata de colgar un cuadro a la pared o fijar una estantería modular, abrir agujeros en una superficie rígida como el hormigón puede convertirse en una tarea difícil y hasta peligrosa, así que conviene repasar un par de ideas útiles al respecto. 

¿Qué materiales necesitas para taladrar hormigón? 

Material para taladrar hormigón

En primer lugar, veamos cuáles son los materiales que necesitas para taladrar hormigón, abordando aspectos como tu seguridad y la correcta ejecución de la tarea. Tener todos los materiales a mano te permite ahorrar tiempo, trabajar cómodamente y disminuir el riesgo de sufrir alguna lesión. 

Guantes de protección 

Antes que nada, es muy importante que cuides tus dos herramientas principales: las manos. Esto es especialmente necesario cuando se manipulan herramientas rotativas de alta potencia como los taladros. Además de reducir el impacto de la vibración sobre la palma de la mano y los dedos, los guantes protegen tu piel de golpes por proyectiles. 

Gafas de seguridad 

Igualmente, es absolutamente necesario que protejas tus ojos con unas gafas de seguridad que sean resistentes y cómodas, sobre todo si tienes que taladrar en un techo de hormigón o en una pared alta. Las gafas impiden que los residuos alcancen tus ojos y te permiten observar con claridad y en todo momento el trabajo que estás haciendo. 

Taladro 

Ante la tarea de taladrar hormigón, lo mejor es utilizar un taladro percutor o cualquier taladro que tenga la función de percusión. Este tipo de herramienta combina la acción de taladrar con un constante martilleo sobre el material, lo que aumenta la capacidad de penetración en superficies rígidas como el hormigón o el cemento. 

Ahora bien, ten presente que no todos los taladros cuentan con la función de percusión. Además, los que sí la tienen necesitan de un pequeño ajuste para activar el movimiento de martilleo. Estas herramientas suelen ser pesadas y deben sujetarse con firmeza durante la ejecución del trabajo. 

Finalmente, asegúrate de que el taladro que uses tenga suficiente potencia, no menor a 750W. Una baja potencia puede generar sobrecalentamientos y serias averías en el funcionamiento de la herramienta. De hecho, si el taladro va a recibir un uso prolongado y con brocas de diámetros mayores, es conveniente que tenga más potencia. 

Brocas para hormigón 

La correcta selección de la broca es esencial para que el taladro pueda penetrar el hormigón y dibujar un agujero con el diámetro deseado. Para fines prácticos, podemos clasificar las brocas en tres categorías dependiendo del material a perforar: hormigón, metal y madera

¿Cómo saber cuáles son las brocas para hormigón o concreto? Estas brocas se distinguen por su punta reforzada en forma de pala o casco de soldado. La pala está fabricada con una aleación de gran dureza, como diamante, titanio o acero de alta calidad, lo que le permite agujerear el concreto sin deformarse o astillarse. 

Además, las brocas para concreto se caracterizan por tener la hélice más cerrada y estrecha, presentando un mayor número de vueltas para mejorar la eficiencia del giro. Por lo general, se presentan en calibres del 4 al 7, aunque existen calibres superiores para uso profesional. 

Cinta de carrocero 

Por último, la cinta de carrocero te ayudará a dibujar marcas visibles y permanentes que te permitan horadar la superficie en el punto exacto y a la profundidad necesaria. Este aspecto es especialmente útil para quienes tienen poca experiencia en el manejo de un taladro o cuando hay que dibujar varios agujeros en la misma pared. 

Procedimiento para taladrar hormigón de forma segura 

Cómo taladrar hormigón
  1. Determina la profundidad que quieres alcanzar. Muchos taladros percutores vienen con la opción de predefinir la profundidad del agujero y así evitar que te pases del límite. En caso contrario, usa la misma broca para medir la profundidad y marca el límite con un poco de cinta de carrocero. 
  2. Marca el punto exacto donde taladrar. En este paso, es muy importante que calcules bien el lugar exacto donde quieres taladrar. Haz una marca con un rotulador y, si quieres tener más precisión, puedes usar la punta de un clavo para dibujar un pequeño orificio. Esto impedirá que la punta de la broca se deslice al comenzar a girar. 
  3. Sostén el taladro con firmeza y posiciónalo correctamente. El taladro debe sostenerse como si fuera una pistola, dejando un dedo sobre el gatillo. Sujétalo con ambas manos y haz un par de pruebas de funcionamiento al aire. Sin encender el taladro, pon la broca en la marca en posición perpendicular a la superficie.  
  4. Dibuja el agujero gradualmente. Presiona el gatillo para iniciar el agujero y aumenta la velocidad gradualmente ejerciendo un poco de presión. Detente si el equipo se ve forzado y descansa de ser necesario. 
Lidia Zafra

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